Y el
Verbo se hizo Hombre
Este
es el misterio divino que viste de fiesta al mundo por estos días. Por este misterio hay luces, bombas, colores,
regalos, comidas y fiestas. El Verbo
encarnado en las entrañas de una joven virgen irrumpe en la historia de la
humildad y en el silencio.
De
inmediato vienen las reacciones. En el
cielo y en la tierra hay gozo y hay paz, pero en el corazón de muchos otros,
hay también recelo y desconfianza por el Niño que acaba de nacer en la aldea de
Belén.
Que
extraño y egoísta es el comportamiento humano ante tanta generosidad de
Dios. Qué mezquino es el corazón
orgulloso y soberbio ante tanta abundancia y entrega del que nos ama y nos
amará por siempre. Para los que se
confiesan creyentes y de verdad lo son, este mes no es para vivirlo como los
demás paganos, sino para gozarnos y para regocijarnos como cristianos.
Diciembre
no puede ser un mes para borrachos y
locuras. Tampoco debe ser un tiempo de
gastos desmedidos. No puede ser un
tiempo para suplir con regalos los vacíos de amor y de ternura que han quedado
a lo largo de todos estos meses y semanas.
No hagamos de estos días decembrinos una ocasión para expresar lo que no
hemos sentido, ni para cultivar más la hipocresía y la falsedad, la mentira y
el engaño o para un simple cumplido social enviando tarjetas que dicen
bellamente lo que no sentimos.
Tampoco
es bueno que se sigan iluminando lujosos balcones y creativas ventanas,
mientras el corazón está a oscuras porque nos negamos a abrir las puertas del
corazón al Niño que porta la luz de las naciones. Una navidad ficticia… llena de mentiras e
hipocresías no vale la pena ni siquiera celebrarse.
Al
contrario, la NAVIDAD como tiempo de luz y de encuentro con Cristo, ha de ser
una verdadera gracia de Dios para la humanidad, a tal punto que hoy todavía es
posible exaltarnos y llenarnos de fiesta y de gozo… abrazarnos y besarnos… todo
porque llegó NAVIDAD. Que entonces
vistamos el corazón de fiesta y que nos regocijemos como hermanos de todos los
hombres deseándoles ¡FELIZ NAVIDAD!
Pedimos
para nuestros amables oyentes muchas bendiciones del señor en todo tiempo, pero
especialmente en estos días, y al desearles la más feliz de las navidades,
augurarles también un año lleno de salud y de paz.
www.delfinstereo.com
gracias por esta bella publicacion que me permite no perder de vista el gran y misericordioso amor de DIOS por mi ....buen momento para reflexionar sobre el acto de amor mas puro el de DIOS por la humanidad......mil bendiciones a este equipo de trabajo.
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