lunes, 15 de abril de 2013



Los Escritores se reunieron en Montería


Por: Redacción General

Antonio Mora Vélez y sus compinches del Bocachico Letrado, mostraron la cara más hermosa que tiene Montería, la bondad de su gente, que es su mayor riqueza, y la exacta dimensión del desarrollo en que se haya inmersa la perla del Sinú, con los aportes de la Corporación Universitaria del Caribe - Cecar y la Universidad de Córdoba que lideraron junto con la Cámara de Comercio de Montería, la Asociación de Jubilados de Unicórdoba, la Institución Cultural paseo 27.6, la organización y realización de la primera asamblea preparatoria del undécimo Parlamento Nacional de Escritores de Colombia en Cartagena; que tiene como propósito homenajear por merecimientos, al poeta Raúl Gómez Jattin el mes de agosto próximo.

Si ese evento de exaltación a la obra de uno de los más destacados vates de la modernidad se justifica, es por la arrolladora presencia de los escritores de Córdoba, que producen literatura y textos de estudio sobre el comportamiento humano y la presencia de la cultura sinuana, de tal manera que no alcanzan las manos para recibir tantos libros como los autores y las universidades desean entregar como obsequio a los visitantes en una muestra más de ese corazón dadivoso y noble de las personas nacidas en el departamento más occidentalyganadero de la costa caribe.

La masiva asistencia a los auditorios de la Universidad de Córdoba por la tarde – noche del viernes y de Cecar, en la mañana del sábado, son otra muestra del interés de los jóvenes estudiantes y de los amigos escritores e investigadores de participar, respaldando, las jornadas de lectura o de lanzamiento de libros, de exposiciones y de conferencias “que garantizan el éxito de las actividades del pensamiento”, aseguró uno de los veteranos asistentes a la lectura en la Corporación del Caribe – Cecar.    

Muy a pesar del caos vehicular y de la “peste” de motos, que vive la ciudad sabanera, se muestra como nueva urbe en crecimiento y su expansión habitacional se marca hacia el norte, cercano al río Sinú y con tendencia a bloques de apartamentos, análisis que no me sustrae del tema central, pero que me obliga al goce por la nueva presencia de la Universidad de Córdoba, por su organización y crecimiento y porque, a pesar de todos los desencuentros, se convirtió en un campus universitario, así como esperamos ver, en poco tiempo a la Corporación Universitaria del Caribe -Cecar,  ojalá para nuestra próxima visita a la tierra del “Hapy”.

Si Montería es como una mujer hermosa que atrae y fascina, sus escritores representan la fuerza creativa más grande del litoral caribe y como muestra de esta afirmación, la lista de libros que nos autografiaron sus autores y que recibimos agradecidos en Unicórdoba y Cécar con los títulos que a continuación relaciono:

La gordita del Tropicana – cuentos – y la hora de las golondrinas – novela – de Antonio Mora Vélez.

Literatura en el caribe colombiano – señales de un proceso, de José Luis Garcés González.

Remembranza – cuentos – Conceptos y normas útiles para escribir y El habla popular de los valles de los ríos Sinú y San Jorge de Enrique R. Morales G., el último en coautoría con Ernesto Llerena García.

Letras e historias del bajo Sinú de Fernando Díaz Díaz.

El Milagro de María, de la autoría de Néstor Solera Martínez. 

Junto a la puerta y Días de fuego, del Poeta René Cueto.

Yo Raúl, de Rubén Darío Otalvaro Sepúlveda.

El sinuemétro – poemario – Alexis Zapata Meza.

Reflexión pedagógica sobre la felicidad y Discurso y humor – características lingüísticas y socioculturales de los habitantes del caribe colombiano de la pluma de Nelson Castillo Pérez, siendo el último libro, un trabajo con Carmen  Salgado Rodríguez.

Los inmigrantes árabes en los valles del Sinú, San Jorge y otros destinos de Soad Louis Lakah.  De las cosas y tú de Alma Rosa Terán y Antigua costumbre de amante de Rafael Darío Jiménezy las revistas de ambas casas de estudios superiores, que confirman el liderazgo de los escritores cordobeses y residentes allí, con ese número importante de libros y muchos otros, de autores que prometieron hacer conocer sus obras en días por venir, tales como: Danith Urango, Ela Cuavas, Galo Alarcón, Irina Henríquez, Miguel Ramón Villarreal y Serafín  Velásquez.

La noche monteriana tiene como fuerza de atracción, a la ronda del Sinú con sitios para la bohemia y el relax, justificación que esgrimieron los miembros y activistas del Bocachico Letrado para agasajar a los escritores visitantes, lográndolo con excelente calificación en libro tinto café, en el cual se escanciaron las copas y el icor inspiró a los poetas Dina Luz Pardo y Juan Carlos Céspedes que en breves y emocionadas palabras e invocando a Erato y Polimnia exaltaron la gestión de los escritores cordobeses y de las instituciones mencionadas por el éxito obtenido en la asamblea preparatoria.

Los creadores cordobeses Antonio Mora Vélez, Galo Alarcón, Rubén Darío Otalvaro, Serafín Velásquez, Alexis Zapata, René Cueto y Miguel Ramón Villarreal mostraron la generosidad de sus almas a Joce Guillermo Daniels, Alma Rosa Terán, Rafael Darío Jiménez, Eduardo Márceles, Delia Rosa Bolaño, Ferdinand Daza, Antonio Botero Palacio y a quien esta nota escribe, como reafirmación de amistad y del sobrio, cristalino y radiante espíritu de la poesía. 

Fotos, Cortesía:  Dina Luz Pardo


jueves, 11 de abril de 2013


Celebración 200 años: un fraude bicentenario


Por: Anuar Saad

Lo que se pensó iba a ser un evento que convocara multitudinariamente al pueblo barranquillero en torno a la celebración de sus 200 años, terminó convertido en una “fiestecita particular”.

Y es que lo peor que a uno le puede pasar cuando mete la pata, es tratar de “embarajarla” porque, a la larga, se termina metiendo más la extremidad. Es un consejo que le regalo a la “Alta Consejera” para el Bicentenario Diana Acosta que está haciendo un rápido curso de “Cantinflas” para poder explicar lo inexplicable. Ahora dice, como si nada hubiera pasado, que ella no ve motivo de escándalo ya que “‘Érase una vez en La Arenosa’, el show central del evento “privado” del Bicentenario será presentado próximamente en las afueras de la Catedral y que toda la producción será emitida por Telecaribe. ¿Y a quién diablos le interesa ver un show fuera de fecha? ¿Para qué convocó en sus tuits a los barranquilleros a que se volcaran a la plaza de la paz si solo amigos de ella, de la alcaldesa y un pelotón de cachacos vieron el evento? ¿En qué mente enana cabe que en  una ciudad de 1.6 millones de habitantes puede planearse un espectáculo para miserables 7 mil?

Este evento que debió ser exclusivamente para los barranquilleros, para el pueblo verdadero, terminó siendo un “suvenir” para una legión de foráneos que, a la larga, no tenían ni la menor idea de qué era lo que estaban celebrando. Me cuenta uno de los lagartos –perdón, invitados—que alguien de acento muy rolo y rojo como queso holandés, hasta le trajo un presente a la Alcaldesa por motivo de su cumpleaños. ¿Será que al final se enteró que la cumplimentada era la ciudad y no la Alcaldesa? Pero no seamos rudos con el interiorano. La fiestecita privada que montó Acosta para su mecenas político, podría hacer pensar que no era un espectáculo público de interés ciudadano sino una parranda de amigos.

Lo que tiene indignado a la ciudadanía es que después de todo el parapeto panfletario de dos meses donde se instaba a movilizarlos y en que la misma maquinadora de la censurada celebración invitaba con insistencia al pueblo para “que se tomara la Plaza de la Paz”, la gente pudo percatarse que ni desde un bordillo podrían ver nada: habían cerrado el ingreso tres cuadras a la redonda. Todo el espectáculo, esta vez que sí valía la pena, eran para los de corbata, politiqueros de vieja data y una manada de actores que no representan, de forma alguna, la esencia del verdadero barranquillero. Estos son apenas algunos de los tuits de la Consejera del Bicentenario en su cuenta personal, en los que ilusionaba  a los barranquilleros para que fueran partícipes de un acto descomunal: “El @BicentenarioBAQ será un gran espectáculo que tendrá cabida para todos los barranquilleros sin distingos: @Mariposacosta. (¿Para TODOS los barranquilleros SIN distingos? ¿Es un chiste?)  “La tecnología y la tradición en Érase Una Vez en la Arenosa!!!. (Obviamente las tres exclamaciones son de ella) Todos invitados a la Plaza de Paz”   “Todos a la Plaza de la Paz este domingo. Si quieres ir a la Gala del Bicentenario llama al 3601360 en Barranquilla.”

¿Todos a la Plaza de la Paz? ¿Era un chiste? Ni siquiera los periodistas acreditados pudieron entrar. Al parecer, por preferencias permitían el ingreso, tanto así, que hubo maltrato a la prensa. Lo que muchos aún reclaman, y siguen sin entender, es por qué realizar un evento, cuya razón de ser es el pueblo, solo para siete mil almas en un sitio que, al parecer, no permitía más cupo. Esa respuesta la tendrá la Alcaldesa quien seguramente por su temor al rechazo ciudadano –porque ella sabe que más que lo que las encuestas dicen (ahora tiene un 47% de favorabilidad) gracias a sus dádivas de publicidad—el barranquillero no avala su gobierno. ¿Por qué no en el Romelio? ¿Por qué no en el Metropolitano donde, con seguridad más de 70 mil, incluida la gramilla podrían asistir? Para ver parapetos de cantantes sí los prestan. Para un evento cívico de interés comunitario… ¡No!  ¿Por qué no dejar que el pueblo se volcara a la Plaza de la Paz así sea para ver de lejos el espectáculo? Lo que hicieron fue dar muestra de exclusión social, clasismo politiquero y amiguismo de manguala. Para la Alcaldesa y su séquito –incluyendo a Consejera—los barranquilleros no son más que una cohorte de corronchos a los que después de fiesta le pasarán en diferido por Telecaribe, como contentillo de bobos, una edición del evento para que no lloren.

Lo que no se imaginaron es que las redes sociales ayer colapsarían como protesta unánime por la discriminación de que el pueblo fue víctima. Ayer quedó claro que el barranquillero le duele su ciudad y le duele aún más, ser excluido de ella. Tal vez lo que a la Alcaldesa y la Consejera para Bicentenario nunca le enseñaron, fue matemáticas básica: ¿Cómo creer que 7 mil, donde 4 mil eran lagartos, pueden representar a una ciudad de casi dos millones? ¿Qué hay detrás de la exclusión? Tal vez, dicen muchos, interés económico. Un evento con fisonomía de fiesta particular pero con gastos de celebración multitudinaria donde se “justificaría” el presupuesto que, a la fecha, no sabemos exactamente cuánto fue, en qué se gastó y qué quedó…si es que quedó.

El otro motivo de indignación popular es el ridículo de Telecaribe y la demostración de que este ente no es más que una ficha política de los dirigentes de turno que lo manejan a su antojo. La explicación de Acosta deja en claro que ella y la Alcaldesa consideran al Canal Regional un bodrio incapaz de transmitir con calidad un evento público. De ahí, el temor a que “una mala producción no permitiera ver lo majestuoso del evento” y someter todo a una edición posterior, avalado por ellos, para decidir, finalmente, que es lo que se podía ver. ¿Entonces para qué sirve el canal? ¿Para ver a Bertica los martes mal hablar de fútbol y los lunes los repetidos especiales de los mismos amigotes productores? ¡Válgame Dios!

Me cuenta un periodista que en una lluvia de fotos que publica una reconocida revista nacional a través de la web se ven las primeras filas atestadas de foráneos invitados a una fiesta que no era la suya. Si esto fue lo que tenían planeado ¿por qué no celebraron en el patio de la casa de Acosta o de la Alcaldesa? La única explicación, que aún no he escuchado de la consejera --pero que a decir verdad ya no me extrañaría que lo dijera-- es que calme a los barranquilleros prometiéndole que, para el tricentenario, todos podrán estar.

Lo que durante meses los ciudadanos de bien de esta ciudad --que a pesar de sus dirigentes quiere ser pujante-- soñaron con celebrar, una gran Fiesta Bicentenaria, terminó para nosotros, como pueblo, convertido en un triste Fraude Bicentenario en el que se estafó la ilusión del ser barranquillero.

Agradecimientos a: zonacero.info


martes, 9 de abril de 2013



Elías Eslait Russo, amigo del alma 


Por: José Luis Hereyra Collante


El día 7 de abril de 2004, es decir, Miércoles Santo y Día de Barranquilla, uno de mis más entrañables amigos y uno de los más finos y lúcidos escritores que haya conocido, Elías Eslait Russo, falleció en nuestra Barranquilla querida cuando salía de la casa de familiares a comprar unos cigarrillos en la licorera de la esquina, en pleno matrimonio de uno de sus sobrinos. Elías “el cienaguero” (de Ciénaga, Magdalena), Elías “el culosungo” (verdadero patronímico de los cienagueros raizales), como irreverentemente se autodenominaba en su ácido humor cuando percibía en su cercanía fisgoneadores y perversos, era, paradójicamente, uno de los seres más nobles y tolerantes que yo haya jamás conocido. Heredero de esa luz mediterránea que se macera entre el zumo de las olivas y el tierno corazón de las almendras, Elías era un gastrónomo exquisito, con una devoción por la inquietante profundidad del álgebra de sus antepasados, “palacio de precisos cristales”, como dijera Borges en su “Otro poema de los dones”. De allí que su lúcida obra posee rasgos de verdad asombrosos en la medianía que caracteriza nuestra “mostrable” literatura. Recuerdo (tengo vivo) en este instante el cuento deslumbrante, “Apología del diez”, que le acompañé a escribir y que me dedicó en un pantagruélico amanecer en la casa de José Manuel Elías en su Ciénaga amada, en aquellos irrepetibles años ochentas, cuando yo dejaba el béisbol profesional, es decir, me quitaba el disfraz de traductor simultáneo de Atlántico Espectacular y de gerente del equipo Olímpica de los Char, y nos íbamos con mi joven familia a esa Ciénaga de donde viene mi sangre materna, esa Ciénaga de jóvenes escritores que oficiaba alrededor del maestro Rafael Caneva Palomino. Y yo era absolutamente aceptado como miembro de la cofradía por ser un Collante, con sucursales familiares, además, en Aracataca, Santa Marta y Puebloviejo. A Elías nada de lo humano le era ajeno. Y nada de lo divino, tampoco. Elías, en su humor corrosivo, se paseaba irreverente y respetado por entre todos nosotros, porque dejaba una estela contestataria (frente a la que no servía ningún blindaje) mezcla de nobleza, chispa, conocimiento y “mamadera de gallo”. Pero detrás de esa “frescura” se escondía un organizador de altísima eficiencia, un visionario que “parecía ver el otro lado de las cosas”, un hombre de un rigor extensible hasta los más mínimos detalles, un cultor de la más exigente disciplina. Fue gracias a estas virtudes nada comunes que Elías Eslait pudo rescatar para la posteridad la tradición máxima de la cultura cienaguera, patrimonio intangible antropológico –las Fiestas del Caimán–, y fundar la Casa de la Cultura de Ciénaga, capilla de peregrinación fraterna donde todos los eneros coincidimos –como el salmón o los patos canadienses– en nuestra migración afectivo-literaria todos aquellos que en la vida hemos escrito algo porque hemos tenido la verdadera necesidad de decir algo, como describiera el maestro Cepeda Samudio al verdadero escritor frente a esa nube de farsantes que pulula por los eventos literarios. 

El 17 de enero de 2001 fue la última vez que lo vi. Yo había regresado una vez más, un año más, al encuentro de Ciénaga, pero finalmente me fui adonde Elías, a su casa, a untarme de ellos, a saludar a su mamá, a degustar su exquisita comida árabe, a beber como cosacos, a arrastrarnos de la risa, a hablar de los últimos acontecimientos socio-sico-sexuales de su parroquia entrañable, a declamar poesía como nos gustaba –con todos los hierros–, a leer textos, carajo, y a relatar lo que había sido de nuestras vidas en todos esos años, sin arrepentirnos de nada, echando pa’lante, sin plañideras ni mea culpas ni golpecitos en el pecho. Leímos el cuento que nos hermanaba aún más y me dedicó la antología de Martiniano Acosta y Clinton Ramírez –donde “Apología del diez” está incluido– con estas palabras: “Para Jose, quien conoce el mundo de donde sale este poco de humanidad. Con afecto, Elías Eslait R. / Ciénaga, Enero 17 de 2001” Así, con esa permanente modestia, con esa humildad, con esa sencillez. 

Me imagino que ya habrán echado el discursito de que hay que tener consuelo ante la muerte, de que nadie conoce los inescrutables caminos de Dios, de que pronto nos tocará también a nosotros y de que nadie se escapa de ese designio inexorable. Qué bueno echar el discursito. Pero qué triste que uno tenga que perder un amigo, a un ser querido, y lo más terrible es que uno no puede volver a ver a esa persona nunca más. Ni oír su risa ni su voz más nunca. Qué triste que toda una geografía se le quede sin sentido a uno porque ya no está allí el amigo que se iba a alegrar con nuestra presencia. 



jueves, 4 de abril de 2013


Escritores Del Caribe Rinden Homenaje A Raúl Gómez Jattin


Por: Annabell Manjarrés Freyle


Más de 30 escritores del caribe se reunirán en Montería hoy 5 y mañana 6 de abril para homenajear al poeta Raúl Gómez Jattin. El acto estará presidido por Joce Daniels presidente de la Asociación de Escritores de la Costa y el poeta y narrador de Ciencia Ficción, Antonio Mora Vélez.

En representación de Santa Marta asistirá el poeta Rafael Darío Jiménez, quien estará al lado de escritores como Eduardo Márceles Daconte de Puerto Salgar, Alma RosaTerán de Sincelejo, Juan Carlos Céspedes de Cartagena, Dina Luz Pardo de Barranquilla, Álvaro Suescún Toledo de Barranquilla, Antonio Botero Palacio de Magangué y Delfín Sierra de Ciénaga-Magdalena.

De acuerdo con el programa, que se iniciará a partir de las 3 de la tarde de hoy 5 de abril en el Auditorio de la Universidad de Córdoba y culminará mañana sábado 6, respectivamente, desde las 9 de la mañana en el Auditorio de Cecar, según lo ha confirmado el poeta Antonio Mora Vélez, se espera una asistencia masiva de estudiantes y docentes de diversas áreas del conocimiento, especialmente Español y Literatura.

La ciudad de Montería, será sede de la Primera Asamblea Preparatoria del XI Parlamento Nacional de Escritores de Colombia, que preside el escritor sucreño Roberto Montes Mathieu  que este año exalta la figura del poeta Raúl Gó- mezjattin.

Al mismo tiempo, asistirán escritores de Montería y Córdoba asistirán, entre otros, los escritores Alexis Zapata, Antonio Dumett Sevilla, Betty Brunal, Danith Urango, Ela Coavas, Enrique Morales, Félix Manzur Jattin, Galo Alarcón, Gudiela Paternina, Gustavo Abad, Henry Ballesteros, Irina Henríquez, Jaidith Soto, José Gómez Ramos, José Palomo Z., José Serrano, Juan Santana, Kenia Martínez, Marta Lugo, Miguel Ramón Villarreal, Nelson Castillo Pérez, Néstor Solera M., René Cueto, Rubén Darío Otálvaro, Serafín Velásquez Acosta, Miriam Castillo y los miembros de la Tertulia "El Bocachico Letrado".

Además de promocionar el Parlamento Nacional de Escritores de Colombia como el evento académico-literario del Caribe de mayor impacto y más importante del país, también la Asamblea abordará la importancia y vigencia de la obra poética de Raúl Gómez Jattin, quien nació y murió en Cartagena, (31 de mayo de 1945- 22 de mayo de 1997), pero cuyas raíces estaban sembradas en el departamento de Córdoba, más específicamente en la ciudad de Cereté.

Antes del evento en Cartagena, que de acuerdo con la tradición se realizará del 15 al 18 de agosto, habrá Asambleas de Escritores en Riohacha y Barrancas, en la Guajira, Magangué y Santa Marta.


Agradecimiento a: Hoy Diario del Magdalena

martes, 2 de abril de 2013


SACANDO PUNTAS...

Aterrizaje forzoso

Por: Fernando Enrique Mier Bolaño

En 1993, siendo un imberbe de los medios de comunicación, aunque con cierta criticidad que se confundía con el ímpetu propio de mi personalidad, viví como cualquier mortal que le apasionan los deportes, en especial el fútbol, uno de los episodios más gloriosos del balompié colombiano.

Fue la fulgurante victoria 5 por 0 de la selección Colombia frente a Argentina, una tarde del domingo 5 de septiembre, en el estadio Monumental de River, en Buenos Aires, valida por la última fecha de las eliminatorias al mundial de Estados Unidos, desarrollado un año después.  

Desde ese día en el que todo fue mágico y sublime, hasta la terrible decepción e infernal vivencia de la participación del combinado nacional en la cita mundialista, comencé a diferenciar periodísticamente, los matices de un aficionado y la ceguera mental del fanático.

Por supuesto, también quedó la enseñanza del control emocional, para poder sopesar situaciones que se mueven alrededor del mundo futbolero, las que de alguna forma inciden en resultados nefastos, como el obtenido por Colombia en el mundial de 1994.

De regreso a su país, una vez terminado el paso de su selección por el Mundial celebrado en Estados Unidos, el defensor central Andrés Escobar solicitó vacaciones. Diez días después de su regreso, mientras se encontraba en el estacionamiento de una discoteca a las afueras de Medellín (estadero "El Indio"), según las autoridades que siguieron la investigación, fue increpado por Humberto Muñoz Castro por el autogol que hizo frente a los anfitriones. Al verse insultado, Escobar exigió respeto, ante lo cual Muñoz Castro desenfundó un arma de fuego y procedió a disparar seis tiros sobre el futbolista. Su deceso se produjo mientras era conducido a un hospital. Este trágico suceso fue producto de la intolerancia y descontrol que muchos colombianos tuvieron, luego de la eliminación del seleccionado en el mundial. La historia de tanto desenfreno no puede repetirse alrededor de un equipo.

Tenía que recordar el estrepitoso episodio, para detenerme en el marcado triunfalismo y las notorias semejanzas que hoy rodea el proceso del seleccionado de fútbol que dirige José Pekerman, después de haber observado el partido frente a Venezuela, en el que no podemos ocultar las equivocaciones del adiestrador argentino.

Haber alineado a Amaranto Pérea, dejar como el llanero solitario a Falcao en el ataque, excluir a Macnelly en el momento inadecuado, permitir que masacraran a zapato limpio a Cuadrado, entre otros errores de dirección, sumado a la disposición y planteamiento de los venezolanos, terminaron por aterrizar a  millones de “técnicos” que creyeron nuevamente y de manera absurda, en la existencia de una tricolor invencible.

Habíamos dicho que el encuentro con la vinotinto iba a ser complejo…de alto voltaje lo titulamos. Pero la mayoría de los colombianos cayeron nuevamente en la trampa de sus emociones, porque salió a relucir ese halo de sobrades, que una vez nos llevó al cielo y nos estrelló con la dura realidad, de la cual evocamos con tristeza.

Y aunque no nos guste reconocer, en esta ocasión si vale la pena acuñar, la filosófica frase del ex seleccionador nacional Francisco Maturana, “Perder es ganar un poco”, pese a que no puede ser la justificación a las falencias y errores cometidos por el equipo.

Es así, la derrota enseña a todos los apegados al fútbol, ya sea como espacio para el entretenimiento o una empresa de jugosos dividendos, que los errores deben ser la primera fuente del conocimiento (José Ochoa Pachas), los cuales no podemos desechar, porque estaríamos destinados a cometerlos otra vez.

Las equivocaciones del entrenador de la Selección Colombiana de Fútbol, José Nestor Pekerman, en el partido contra Venezuela fueron notorias. Sin embargo, esto debe servir para que los colombianos aterricen frente a la complejidad de las eliminatorias al mundial de Brasil el próximo año. Pekerman no puede traicionar sus convicciones por darle gusto a unos pocos.

Pekerman se equivocó y podrá seguir errando, porque es un ser humano, pero seguramente aprendió las lecciones que le dejo el encuentro con Venezuela, como no traicionar sus convicciones futbolísticas, totalmente contrarias a las de los aduladores que en este país, descaradamente, promocionan sus propios intereses.

Así las cosas, antes del duro enfrentamiento con Argentina en el mes de junio próximo, es necesario poner los pies sobre la tierra. Lo que viene tampoco es fácil, aunque seguimos creyendo que Colombia va a llegar al mundial de Brasil, deberá recorrer un camino pedregoso, en el que se requiere una afición mucho más mesurada; aquella que pierda la mala costumbre de elevar hasta los cielos el triunfo, soslaya el análisis y despotrica en la adversidad.


POR EL MOMENTO, ESTAREMOS PENDIENTES DE LO QUE SUCEDA CON LA SELECCIÓN COLOMBIANA DE FÚTBOL SUB 17 EN EL SURAMERICANO DE LA CATEGORIA EN ARGENTINA, EN LA CUAL SE DESTACA LA FIGURA DEL CIENAGUERO JHON FREDY MIRANDA. 


Twitteer: @fermierb2803



lunes, 1 de abril de 2013


Delfín Stereo, Carlos A. Guillot Monsalvo
y la Corporación Artística  y Cultural CIENAGARTE
Invitan al lanzamiento del libro

ESPINELA
“Recreando los albores del Folclor Ciénaguero”


Día: 6 de abril
Hora: 5:00 p.m.
Lugar: Teatro Magdalena
Ciénaga Magdalena
2013