miércoles, 25 de septiembre de 2013


En Ciénaga, continúa deterioro de las vías sin ningún tipo de control.

Por: Redacción General


La falta de autoridad, la desorganización administrativa y la indolencia e intransigencia de algunos malos hijos de Ciénaga, la tienen convertida en un caos, con la mayoría de sus        calles y carreras del Centro Histórico rotas e intransitables por la intervención de unos contratistas que no planifican su labor, además de poner en riesgo la integridad física de los transeúntes y la salud de las personas que tienen su residencia y locales comerciales en ese sector de la ciudad.

Ya son varias las personas que han resultado afectadas por accidentes sufridos en las canales que dejan abiertas o mal reparadas y hasta por la acción de la lluvia que se lleva el material de resane, con la protesta de comerciantes y ciudadanos del común que estiman que estas labores han retirado la clientela, producto de los cortes en el pavimento y por el polvillo que se observa en el ambiente, a consecuencia de los cortes en el pavimento y de la manipulación de la arena que utilizan para tratar de cerrar las zanjas abiertas para la instalación de nueva tubería, según lo oído, con el objetivo de aumentar la presión en el servicio de agua potable en esta cabecera municipal.

A esta situación, que ya va para los dos meses, y que en algunos casos a los trabajadores les ha correspondido volver a abrir en zonas que se garantizaban habilitadas, por fugas en las tuberías del agua tratada , se suma el abuso que se comete por ciudadanos que por construcción o reparación  de casas o apartamentos, se hallan en diversos sectores, sin que los funcionarios de la oficina de infraestructura del municipio a cargo de Jesús Cañas Padilla detenga o imponga sanciones a los irresponsables que actúan llevándose por delante el derecho de los demás , con invasión del espacio público, contaminación visual y ambiental y el deterioro de las pocas vías, que rompen a su antojo y libre albedrío, sin control alguno y sin la obligación de los funcionarios de respetar y hacer respetar, las normas que regulan este tipo de actuaciones y permitiendo la destrucción de las obras que con tanta dificultad se lograron en el pasado más reciente de nuestras administraciones.


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