Sacando puntas
La sarta de
diatribas que se levantaron en contra del director técnico de la selección
colombiana de fútbol, José Néstor Pekerman, desde el mismo momento que asumió
el cargo, y a través de las cuales se pretendió destruir un proceso que
recién comenzaba, ha ido diluyéndose en la hipocresía de aquellos, que manera
soslayada se consumen en su amargura.
En el esplendido
momento que vive la selección Colombia, y por supuesto la de su reposado
adiestrador, no se necesitan abogados de oficio, para explicar los fructíferos
resultados alcanzados hasta el momento. Mucho menos el estratega argentino de
63 años, porque con sus conocimientos y experiencia, se ha ganado a pulso un
prestigio y credibilidad a nivel mundial.
Pero si es bueno,
hurgar en las circunstancias que desencadenaron el diametral cambio que tuvo la
tricolor, a partir de la llegada de Pekerman a la dirección del equipo
nacional, con el único fin, de reconocer en forma mesurada, un trabajo
congruente, claro y equilibrado.
Es indudable, que cada uno de los pasos dados por Pekerman, con prácticamente la misma platilla de jugadores, dirigidos en el pasado por Hernán Darío Gómez y Leonel Álvarez, están rodeados de asertividad. Primero, porque supo defender sus postulados, sin la necesidad de agredir absolutamente a nadie.
Es indudable, que cada uno de los pasos dados por Pekerman, con prácticamente la misma platilla de jugadores, dirigidos en el pasado por Hernán Darío Gómez y Leonel Álvarez, están rodeados de asertividad. Primero, porque supo defender sus postulados, sin la necesidad de agredir absolutamente a nadie.
Y en ese orden, ha
manejado con tino la conformación de su equipo en todos los sectores: Asesores
técnicos, onceno titular, suplentes que juegan como titulares, es decir, ha
sido asertivo en el tema de las convocatorias. Lo que siempre fue un dolor de
cabeza para otros, para Pekerman, se convirtió en una fortaleza que radica en
la observación minuciosa y su autoconfianza.
Ahora bien, la
designación de Barranquilla como sede del combinado, así no les guste a muchos en
esta Nación, fue una decisión fundamental, con la que también Pekerman les ganó
a los incrédulos de Colombia.
Para ratificar todo
lo expuesto, después de ver los encuentros eliminatorios anteriores a la era
Pekerman, y los últimos cinco partidos de la selección, podemos determinar que
se allanó el camino correcto, para llegar a Brasil 2014.
Hasta en el partido
amistoso del martes anterior frente a Camerún, quedó evidenciado que el viejo
José Néstor, apostó todas sus credenciales con seriedad, para encumbrar a
Colombia con un 3 a 0 contundente, y en la rueda de prensa reconoció el
talento, la unión y la ambición de su equipo, como claves que conllevarán al
país del “jogo bonito”.
Probó a todos sus
suplementes y cada uno le respondió, mostrando que la idea futbolística en la
totalidad del plantel está clara; no existen ambigüedades, y aunque se pueden
cometer errores individuales o grupales, hay una estructura solida, con una
coherencia que se transmite de la cabeza a los pies.
El tiempo y el
nivel de exigencia, corroborarán que el momento brillante de la selección no es
casualidad, como tampoco es casualidad que haya un orientador, que más allá de
ser director técnico, es entrenador estratega y buen comunicador.
La idea futbolística en la totalidad del plantel está clara, no existen
ambigüedades, y aunque se pueden cometer errores individuales o grupales, hay
una estructura solida, con una coherencia que se transmite de la cabeza a los
pies.
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