Sacando Puntas
Desde la otra orilla
Por:
Fernando Mier Bolaño
La inevitable transición en la dirección técnica que afrontó la Selección paraguaya de fútbol a finales de julio del 2011, desde que el estratega argentino Gerardo “Tata” Martino, decide dejar al combinado guaraní, fue el detonante para una crisis de resultados insospechados.
Solo
bastó que el hoy técnico de Newell's Old Boys
de Argentina, anunciara su renuncia del onceno albirrojo, para que al interior
del equipo y de un país que respira fútbol, sufriera cierta desestabilización,
al punto de perder identidad futbolística y buena parte de una estructura, que
la historia les reconoce a los paraguayos.
El cambio
del Paraguay orientado por “Tata” Martino, el que era compacto entre líneas,
batallador en todos los sectores del campo, con un manejo metódico del balón, contundente
en el ataque y con mística, a la propuesta improvisada del emblemático ex
defensor derecho Francisco “Chiqui” Arce y luego al actual adiestrador, el
experimentado uruguayo Gerardo Cono Pelusso, la verdad que no resultó consecuente,
con la categórica clasificación a los últimos cuatro mundiales de manera consecutiva.
Hoy, a
pocas horas de afrontar el noveno desafío de las eliminatorias al mundial de
fútbol de Brasil 2014 ante Colombia, el entorno de la selección del Paraguay no
resulta muy agradable, si se toma como punto de partida, su nada envidiable
último lugar en la tabla de posiciones con solo 4 puntos.
Pero más
allá de la crisis de resultados, que tiene a la selección del Paraguay sumida
en un estado tambaleante, la pregunta que surge es ¿A qué quiere jugar Gerardo
Pelusso en el Metropolitano? Su convocatoria deja ver la falta de varios
referentes entre ellos, Roque Santa Cruz, Darío Verón, Oscar
'Tacuara' Cardozo y Carlos Bonet, además de Antolín Alcaraz, quien se recupera
de una lesión.
Sabemos
que es complicado con este sistema de eliminatorias todos contra todos ida y
vuelta, porque no se tiene el tiempo suficiente para ajustar las ideas o un
planteamiento, y mucho menos amalgamar un equipo base que permita solidificar
los conceptos tácticos. Se necesita mayor asertividad y esa dosis no la ha
tenido Pelusso, súmele a eso la presión de la dirigencia y la afición que
reclama ya renovación.
Por
eso, y por el potencial ofensivo que ostenta la selección que dirige José
Néstor Pekerman, es poco factible que los guaraníes se arriesguen a jugar en el
Roberto Meléndez, como lo hacía Martino, incluso Arce en algunos momentos de
visitante, Es decir, con tres en el fondo y cinco en la mitad de la cancha, utilizando
la salida constante de los dos laterales o extremos, un media punta y un
delantero o dos atacantes definidos.
A
juzgar por la plantilla de jugadores que trae Paraguay, Colombia encontrará en
el gramado del Metropolitano, un híbrido
cuyo esquema final aun es una incógnita que viene desde el sur del continente,
y muy seguramente, por eso de su historia y sus características tradicionales,
invocará ese espíritu guerrero que tanto respeto le hiso ganar a nivel mundial.
Haciendo
uso de esa particularidad que pasa más por la actitud mental de sus integrantes,
y con la imperiosa necesidad de sumar los puntos posibles para salir del sótano
de la tabla, tratará Paraguay de ubicarse en el humeante terreno, buscando
quitarle el balón al onceno colombiano, para lo cual definirá un esquema con
cuatro defensores, prácticamente cinco volantes y un delantero.
La
tarea es bien compleja para los paraguayos. Sin triunfalismos podríamos
afirmar, que la Colombia actual es un rival con disposición de ida y vuelta,
con un manejo de la pelota sostenido y dúctil, con jugadores que pasan por un
inmejorable momento, además de contar con algo que hacía falta en otros
combinados tricolores: La actitud positiva y emprendedora frente a los retos y
el compromiso.
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